Heridas

Centro de Atención en Manejo de Heridas

Nuestros Servicios

Atención, asesoría y educación de pacientes con heridas. Además ofrecemos venta de material de curación.

Pie Diabético

El pie diabético es una de las complicaciones más devastadoras de la diabetes. Tiene una incidencia del 2% y aumenta hasta 7.5% cuando hay neuropatía. Se estima que por lo menos 1 de cada 6 pacientes con diabetes, desarrollará una úlcera en los pies durante su vida; responsable de la mayoría de las hospitalizaciones comparada con cualquier otra complicación de la diabetes y es la causa principal de amputación.

Cada 20 segundos se realiza en el mundo una amputación por diabetes, lo que constituye un gran problema. Es por eso que el pie diabético requiere manejo de un equipo multidisciplinario formado por personal altamente capacitado en el manejo avanzado de heridas para prevenir, tratar y salvar extremidades, evitando amputaciones.

El pie diabético se presenta de diferentes maneras y en diferentes etapas de la diabetes, lo que constituye un reto para el especialista en el manejo de las heridas, ya que es muy importante tratar a cada paciente según sus necesidades de una manera integral.

El manejo multidisciplinario, se refiere a la participación del especialista en manejo avanzado de heridas, endocrinólogo, ortopedista, cirujano vascular, enfermera, podólogo y nutriólogo. Quienes utilizarán las técnicas más modernas en cicatrización de heridas como el yeso de contacto total, que distribuye el peso del pie afectado, con lo que se acelera el proceso de cicatrización y recuperación total de nuestros pacientes , junto con el control de la glucosa (azúcar) y de cualquier otra enfermedad que pudiera retrasar la cicatrización, con el objetivo de prevenir su recurrencia y evitar amputaciones.


Lesiones por Presión

Las úlceras por presión, también conocidas como úlceras por decúbito, escaras o llagas, son lesiones de origen isquémico, localizadas en la piel sobre prominencias óseas, se observan en pacientes inmovilizados en cama o sillas.

Son producidas por una combinación de presión prolongada con falta de circulación sanguínea, fricción y humedad. Aunado a estos factores también influye la condición general del paciente como enfermedades agregadas, higiene, nutrición, compromiso inmunológico, trastornos neurológicos, etc.

Nosotros abordamos las úlceras por presión de una manera integral, incluyendo al paciente y a los familiares y/o cuidadores como parte central del equipo, a quienes les brindamos todas las medidas que necesitan emplear para evitar la aparición de las úlceras por presión.

En cuanto a los pacientes que ya las presentan, los tratamos de forma multidisciplinaria para lograr el cierre rápido de la herida y una mejora en su calidad de vida.

Las úlceras por presión constituyen un problema de salud grave, se estima que 2.5 millones de úlceras son tratadas cada año en hospitales de segundo y tercer nivel. Su prevalencia se ha reportado entre el 3 y 15% en pacientes hospitalizados y hasta un 35% en pacientes de asilos, en pacientes en unidades de cuidados intensivos con ventilación mecánica la prevalencia puede ser tan alta como un 80%.

El 95% de las úlceras son prevenibles, de ahí la importancia de estar en contacto con un experto en el manejo avanzado de las heridas.

Las úlceras por presión son fuente de numerosas complicaciones que derivan en periodos de hospitalización prolongados o múltiples internamientos. Se estima que una nueva úlcera por presión incrementa 5 veces el tiempo de estancia hospitalaria. Por otro lado, 51% de los pacientes con úlceras por presión se infectan con microorganismos resistentes a antibióticos. Se han correlacionado con un incremento en la mortalidad de un 200%, independientemente de cómo se originó la úlcera.

El cuidado de un paciente inmóvil y con úlcera por presión genera un desgaste importante tanto para el paciente como para los familiares y cualquier sistema de salud, ya que prolongan el tiempo de estancia hospitalaria y aumentan los costos de atención.


Úlceras Arteriales

Las úlceras arteriales son secundarias a insuficiencia arterial, es decir, a la obstrucción parcial o total de las arterias, lo que lleva a la muerte del tejido (muerte de células) y ulceración. Esto se observa sobre todo en piernas y pies donde las arterias se ocluyen con mayor frecuencia por ser de menor calibre (mas angostas).

El paciente refiere dolor en las extremidades con el ejercicio; sensación de adormecimiento o fatiga de las piernas; dolor nocturno en los pies cuando el paciente ya está recostado, que se quita al moverse o ponerse de pie; o dolor al caminar determinadas distancias que le impidan seguir avanzando.

La pierna y el pie se encuentran fríos y sin vello, la piel se observa delgada y brillosa.

El dato más importante para confirmar la sospecha de úlcera arterial es la ausencia de pulsos en el pie o atrás de la rodilla.

Ante este cuadro lo más importante es acudir con el especialista en cuidado de heridas, quien sabrá diferenciar entre una úlcera venosa y una úlcera arterial, ya que el manejo es totalmente distinto.

El diagnóstico se confirma realizando estudios vasculares invasivos o no invasivos, como el ultrasonido dúplex arterial o la arteriografía, considerada como el estándar de oro para este diagnóstico.

Este tipo de heridas requiere de un tratamiento multidisciplinario, en el que el cirujano vascular, mediante cirugía abierta o cerrada, revasculariza (regreso de la circulación normal de la sangre) la extremidad afectada y el especialista en el manejo de las heridas logra, mediante técnicas avanzadas, el cierre total de la herida, así el paciente mejora su calidad de vida y se reincorpora a su vida diaria de una manera más rápida.


Quemaduras

Las quemaduras constituyen el tipo de accidente más común en cualquier sociedad, la mayoría de las quemaduras son pequeñas por lo que no ponen en peligro la vida del paciente, pero las heridas extensas, aún las de espesor parcial pueden causar secuelas si no son bien tratadas.

Las quemaduras son un tipo de heridas dinámicas, es decir, con el tiempo pueden cambiar, particularmente en su profundidad. Heridas que en un principio son clasificadas como de segundo grado superficial pueden pasar a segundo grado profundo o tercer grado después de unos días. Este fenómeno, cuya causa no es bien conocida, se ve favorecido por la infección y la sequedad en las heridas, por lo que el manejo multidisciplinario por expertos en el cuidado de heridas es de vital importancia.

Existen varios causas de quemaduras: las escaldaduras: causada por el contacto con líquidos calientes. Flamazo: causadas por la exposición a una flama. Flash: secundarias a una breve exposición a un gas o vapor ardiendo. Por contacto: se producen al tener contacto con superficies calientes. Quemaduras eléctricas, por la corriente eléctrica.

Exposición solar aguda: el daño es causado por exposición a radiación caliente, el típico ejemplo es la quemadura por el sol. Quemaduras por radiación, como las causadas por radioterapia. Químicas: por algún agente químico, estas son más frecuentes en las industrias por los materiales que emplean.


Osteomielitis

La osteomielitis es la infección del hueso causada principalmente por bacterias, que pueden infectar los huesos de diferentes maneras. La forma más frecuente es a través del torrente sanguíneo proveniente de otras áreas infectadas del cuerpo, también puede ser de forma directa, cuando la bacteria entra a los tejidos del cuerpo a través de una herida y viaja hacia el hueso. En estos casos lo primero que se debe de hacer es tratar la infección y en segundo término cerrar la herida, ya que de lo contrario la infección del hueso buscará salida y lo más probable es que produzca una fístula.